
EDIFICIO DE AULAS 50 AÑOS UNIVERSIDAD DEL QUINDÍO
La Universidad del Quindío requería suplir la necesidad de aulas, como consecuencia del crecimiento que ha tenido los últimos años, por tal razón y teniendo en cuenta que este edificio se encontraba concebido dentro del plan de desarrollo de la Universidad, se decide iniciar el proyecto que debería estar concluido para la conmemoración de los 50 años de la Universidad del Quindío.
Al iniciar el proceso de diseño se plantearon determinantes importantes para su construcción, ante lo cual se requería de un edificio muy versátil, sencillo y económico, y que fuese el referente para las construcciones futuras ya que este edificio seria el modelo en imagen, tecnología e identidad para la proyección que la Universidad espera seguir.
Inicialmente se pensó en un edificio de estructura sencilla, en donde la circulación se ubicaría en el centro y a los lados las aulas, esta circulación permitiría una ventilación frecuente y una evacuación eficaz, en los extremos se ubicarían los puntos fijos de acceso y evacuación. Este edificio de crujía central permitía iluminación natural a las aulas de ambos costados, de igual forma se generaba una relación visual hacia la plazoleta y el guadual existente otorgando ambiente y confort a este nuevo espacio. Este edificio se conforma por un volumen de líneas puras complementado con una plaza en el primer piso pensada para el encuentro y el intercambio de ideas entre los estudiantes. Consta de 2.010 metros cuadrados distribuidos en cuatro pisos, 18 aulas para alumnos de pregrado y posgrado, tres baterías sanitarias, rampa, escalera y un área especial para equipos y tecnología. Construido en materiales resistentes y de poco mantenimiento, como lo es: piso en concreto a la vista, revestimiento porcelanico en fachadas, ventanearía y carpintería en aluminio y paredes internas en sistema liviano.
Uno de los principales objetivos del diseño es resaltar y valorar la guadual como elemento arquitectónico, ya que hace parte de nuestro patrimonio como paisaje natural y el valor estético que genera en el entorno, por tal razón para su fachada se pensó en una cortina natural que protegiera del sol pero que a su vez diera un movimiento y una volatería que le daba carácter y volumen a una fachada que necesita mucha luz pero protegerse de la radiación; le apostamos al manejo de la guadua que hace parte de nuestro paisaje cultural cafetero, como el material a utilizar predominante y emblemático, quisimos que su uso fuera de fácil manejo y poco mantenimiento aprovechando las virtudes del material, para ello diseñamos un sistema de anclaje fácil de instalación y sustitución en el momento de ser requerido, por medio del diseño de platinas y herrajes que permiten su mantenimiento rápido y económico. Convirtiéndose así, en el revestimiento más importante para el edificio y que le daría su importancia y vinculación con el entorno por medio de una plazoleta de espacio público que sirve de antesala y punto de encuentro para los estudiantes, aportando valor e imagen a esta importante fachada; que llena de volumen y geometría pues da un efecto de movimiento tridimensional a la percepción durante un recorrido que se modela a través de llenos y vacíos.
El edificio está situado en un lugar importante, en donde la naturaleza hace parte del entorno por la proximidad con el acceso al jardín botánico de la universidad y un gran guadal existente que fue el referente para involucrarlo en el diseño arquitectónico y las bondades de este recurso natural tan abundante en esta región.


